Dedico muchas horas a navegar por internet. A veces creo que demasiadas. Mi mujer, desde luego, cree que sí, que debería dedicarle menos tiempo (la pobre). Pero es que es por trabajo, esa es mi excusa. Y es cierta.
Lo malo de trabajar por internet es que, al tener una conexión disponible las 24 horas, siempre hay algo en lo que puedes mejorar, o avanzar, y te come las horas libres (o no tan libres).
A veces merece mucho la pena. Ayer, por ejemplo, di con un blog llamado La Mari por el mundo. Lo he añadido a la lista de blogs que tengo a la derecha, por si os queréis dar un paseo.
El blog cuenta las peripecias de una chica por la India, y me ha encantado, porque tiene una forma muy sencilla y muy cercana de explicar cosas la realidad tan dura de países como ese. Y con un gran optimismo y sentido del humor.
A veces, cuando emiten documentales sociales sobre países subdesarrollados, no tengo estómago para verlos. En cambio, en este blog, te cuentan algunas cosas que duelen en el alma, pero sin que te ronde continuamente esa sensación de culpa por vivir en un sitio más tranquilo. Os lo recomiendo.
Y llegó el final #200
Hace 4 años
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