¿House o Arroyo Pingarrón?

La policía ha desarticulado una red que se dedicaba a proporcionar títulos falsos de Medicina expedidos, supuestamente, por una Universidad peruana. Además del título, facilitaban a sus "clientes" todos tipo de certificados necesarios para la homologación del título en España. A estos falsos médicos, en realidad, se les daba los certificados de médicos colegiados que existían en realidad, en Perú, por lo que el número de colegiado existía y era cierto, sólo que en realidad pertenecía a otra persona. La noticia la podéis leer en el Periódico Extremadura.

¿Que cómo se ha descubierto el tema? Ahí es donde está la gracia. La estafa se ha destapado, según el Periódico Extremadura, en Cáceres, aunque la red de falsificación tenía su sede en Málaga.
Resulta que uno de los falsos médicos, Carlos Santillana, había sido famoso por ser uno de los peores mentalistas que se recuerdan. Su fracaso más famoso se produjo al advertir que pararía el reloj de la Puerta del Sol mientras se estuvieran dando las doce campanadas de Nochevieja, hace cuatro o cinco años, un par de años después de que Anthony Blake "acertase" el número de la lotería de Navidad.

También consiguió que una empresa le pagase 6000 euros en concepto de publicidad, porque este señor iba a cortar todas las emisiones de todas las televisiones simultáneamente (gracias a su portentoso poder mental), y lo único que se podría ver en las pantallas sería un anuncio de la empresa en cuestión.

Anunció, entre otras cosas, que apagaría todas las bombillas de la Torre Eiffel, en París, aunque los parisinos creo que siguen esperando.

La última fue en Trujillo. Tras convencer al ayuntamiento de la ciudad, dijo que iba a permanecer 3 días sepultado bajo unos cuantos miles de kilos de tierra en la plaza mayor de esta localidad. Antes de que empezaran a amontonar la tierra sobre la lona en la que se encontraba, todos los asistentes pudieron observar como un bulto sospechoso se deslizaba por debajo de la lona hasta el borde. De ahí surgió este señor para meterse en un coche, y mientras la gente le abucheaba, se metió en un coche para no volver a aparecer. Las risas por lo burdo del truco aún se escuchan en la patria de Pizarro.

Después de semejante exhibición de "escapismo", la nada. No hubo más noticias de Carlos Santillana hasta que, de pronto, un centro de ancianos en Plasencia (Cáceres), solicitó informes sobre la colegiación de un médico con el mismo nombre. Estaban extrañados porque, por lo visto, este doctor examinaba los electrocardiogramas al revés, y no parecía entender una simple radiografía. El Colegio de Médicos de Cáceres, conociendo el pasado del doctor, se apresuró a pedirle todo tipo de papeles que acreditaran el título a este señor, pero Carlos Santillana los iba aportando, uno por uno, debidamente sellados y garantizados por el Ministerio correspondiente, por lo que, a pesar de las dudas, poco se podía hacer.

Este verano, casualmente, una persona que trabajaba en el Colegio de médicos de Cáceres se fue de vacaciones a Perú. Y claro, le dijeron: "Oye, si tienes un ratino, pásate por la Universidad y comprueba lo de este hombre, a ver si es verdad...". Dicho y hecho, y se destapó el pastel. El número de colegiado existía, pero pertenecía a un profesional peruano que no tenía nada que ver con esta historia. A partir de ahí, detenciones, puestas a disposición judicial, y el caso en la prensa.

Ahora sólo falta que Carlos Santillana, con su increíble poder mental, no consiga que al juez le salgan paperas cuando tenga que juzgarle...
P.D.: Os adjunto una foto del "mentalista", por si os lo encontráis en una consulta...